Buenos Aires, quizá la más europea de las ciudades latinoamericanas, me sorprendió de muchas maneras para bien y un poquito para mal.
Para mal, porque esperaba mucho más de la ciudad (es lo malo de ir a un lugar con expectativas muy altas) y porque la combinación España + euros les activaba la picaresca.
Para bien, porque cuando pasó un tiempo y vi las fotos que había tomado, entonces empecé a apreciarla mejor y más positivamente.
También me sorprendió, para bien, la creatividad de sus artesanos y de la gente que se las ingenia para ganarse el pan de mil y una formas (honestas), la buena mesa, los originales nombres de los comercios de Palermo, el porte elegante de la gente y el toque europeo decadente que le da uno de sus sellos de identidad...
Y ahora, que hablen las fotos:
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Caminito |
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Detalle de baño en el interior de una Galería de Arte de Caminito |
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Quién no se ha tomado una foto con la gran Mafalda, en el barrio de San Telmo |
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San Telmo, el barrio más antiguo y la casa más antigua de Buenos Aires |
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¿A quién no le gusta un buen tango? |
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Puerto Madero |
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La única casa que queda en pie en la Av. 9 de julio (a ver si la encuentran) |
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Fui feliz en esta librería (Ateneo) |
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Palermo |
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Palermo |
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El café más antiguo de la ciudad |
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Cementerio de La Recoleta |
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